domingo, 8 de marzo de 2009

Y a todas estas, ¿Cómo va la fenomenología?

El título enlaza -haciendo click sobre él- con La nueva fenomenología del llevar adelante, un artículo de Gendlin que trata el problema de las categorías y los conceptos en cuanto a fenomenología, sobre todo cuando se trata de 'fenomenología comparada', si así puede llamarse al ejercicio de comparar las maneras de hacer fenomenología que presentan los fenomenológos desde Husserl... El problema se encuentra cuando a la luz de algo que ya hemos reconocido por experiencia, la insuficiencia de los conceptos y categorías por sí mismos, encontramos que tampoco la fenomenología por sí misma, como forma de proceder, nos ofrece mayor solución, por ejemplo al problema del consenso entre fenomenólogos, un problema relacionado con la contrariedad entre epojé y experiencia.
Allí es donde Gendlin quiere hacernos llegar. Si nos damos cuenta de este problema, aguzando a la vez nuestra atención para no perdernos en medio de discursos, encontramos que la base del lenguaje es el cuerpo. Gendlin nos muestra el cambio de manera más completa: "El fenómeno parecía depender completamente de las categorías (a través de la historia, la cultura y las formas comunes del lenguaje). Los filósofos fueron tentados, como Heidegger en los años posteriores a Ser y Tiempo, a tratar con categorías aparte de la fenomenología. Ahora todos podemos ver que trabajar con las categorías por si solas no es totalmente beneficioso. (...) Pero si se reconoce que el lenguaje es inherentemente metafórico y no controlado por los conceptos, entonces no hay necesidad de estar en un punto sin salida."
Gendlin trata de ofrecer una salida al problema que plantea la filosofía, tomando los descubrimientos en 'experiencing' (la metodología de los pasos en focusing, la terapia experiencial, el llevar adelante los pasos corporales de cambio experiencial...). Propone la manera en que este experienciar complementa en la filosofía, de manera que ejecuta funciones imposibles para los conceptos. "Lo que llamo "experiencing" no es separable de los conceptos, pero juega roles cruciales, directamente demostrables, en el pensar incesante. Realiza funciones que los conceptos no pueden realizar."
Lo que plantea, pues, este artículo, es una inversión del orden filosófico apoyado en la fenomenología, de manera que se presenta casi como un desarrollo de esta fenomenología, tomando en serio la experiencia. "En mi trabajo filosófico, estoy resumiendo lo que llamo "una inversión del orden filosófico usual". Las filosofías han exigido por mucho tiempo una base en la experiencia, pero siempre se interpretó "experiencia" según los conceptos y las categorías de esa filosofía. Los conceptos siempre fueron atribuidos dentro de la experiencia."Así, lo que se encuentra es una complejidad vivida que aporta al lenguaje un piso concreto: el orden de la experiencia vivida, una experiencia que no puede ser representada mas que metafóricamente. "Donde otros ven indeterminación, nosotros encontramos complejidad - un orden siempre inacabado que no puede representarse, pero que tiene que ser tomado en cuenta mientras pensamos. Es un orden mucho más fino, más orgánico, que siempre proporciona funciones implícitas, independiente de si prestamos atención a ellas o no."

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